Welcome to the first edition de los premios ‘Que te den’

Hace tan sólo dos días mi flamante coche nuevo olía precisamente a eso, a nuevo. Pero hoy huele a chorizo. Concretamente, a chorizo para las lentejas.

¿Y por qué huele a chorizo mi coche? Pues porque el último día que paso en el pueblo me metamorfoseo en una especie de Paco Martínez Soria (pero sin la cesta de las gallinas, aún no he llegado a ese extremo) e imbuido de su espíritu me veo abocado a traer productos de la tierra para seguir saboreándolos cómodamente en mi domicilio particular: desde pan a chorizo. Desde aceite (en Priego se producen los mejores AOVE del mundo… ¡Como para no traer!) a pastelitos de manteca (sí, sí, de manteca de CERDO gordo, seboso y mantecoso). Por supuesto aceitunas y, si se tercia, hasta un par de botellitas de agua de la fuente.

¿Que podría comprar de todo eso en mi ciudad? Pues sí. ¿Que si le sumamos el transporte el precio es tirando a caro? Pues también. ¿Que no compensa? Pues a lo mejor. Pero es que ya tengo una edad, y hago lo que haga falta para revivir aunque sólo sea por un instante la felicidad de la infancia cada vez más lejana y difusa en la memoria, y qué queréis que os diga, yo eso lo consigo a base de pan de hogaza con aceite de mi pueblo. Ojalá fuera jugando al fútbol (mi perímetro abdominal lo agradecería), pero no. Es lo de comer.

CERDO VOLADOR 1: Mmmm….No os lo vais a creer pero en ese coche de allí huele al tío Anselmo…

CERDO VOLADOR 2: Snif…snif…¡Y a la tía Paca! ¿Será posible?… ¡Sois destructores!

CERDO VOLADOR 3: ¿Queréis callar? Nadie dijo que ser cerdo de la guarda fuera tarea fácil… Pongamos rumbo a la estación de servicio ‘La Petra’ y descansemos un poco antes de seguir con nuestro próximo objetivo: que no conviertan al tío Benito en choped con la cara de Popeye. O peor aún: con la cara de Pluto. ¡Ésta vez no podemos fallar!

Así pues, mi coche ha pasado en apenas 24 horas de oler a plásticos, telas sintéticas y demás materiales derivados del petróleo unidos a la perfección en la abstracción ‘olor a coche nuevo’, a hacerlo como el tren Estrella de Gibralfaro Barcelona-Sevilla (más conocido como el borreguero y que afortunadamente ya pasó a mejor vida), cuyo rasgo principal es, aparte de la imposibilidad de pegar ojo en sus minúsculos camarotes para seis, el perenne tufillo a fiambrera (que no tupperware) y a pies. Los que hayan viajado en él alguna vez sabrán a lo que me refiero.

Por supuesto el único culpable del olor a pies dentro del coche soy yo mismo y es que mis pezuños expresan así su queja tras ocho horas de conducción. Lo cierto es que mis pinreles son lo más parecido a los pies de un Hobbit fuera de la tierra media. Los de mi señora, no sólo no huelen, sino que desprenden suaves esencias a hierbas aromáticas. En la misma línea los de mi hijo huelen a limpio, probablemente dentro de un par de años, olerán a una mezcla de sudor y rancio, gracias al trabajo de sus hormonas desatadas, pero bueno, aún no ha llegado ese momento.

Las bajas por depresión entre las pedicuras de Hobbits aumentaron un 200% el pasado año. ¿Por qué será? 

Como aún no puedo creer que esté escribiendo lo que estoy escribiendo, (a buen seguro inspirado por la musa absurda, que debe ser la única libre hoy), yo digo: ¡que no decaiga! Las ocho horas del viaje de vuelta nos han dejado un buen puñado de anécdotas, así que me saco de la manga los PREMIOS ‘QUE TE DEN’ de nuestro viaje de vuelta. El galardón es este:

Ni lo ha fabricado un diseñador de moda, ni ha costado una pasta, pero tiene una fuerza…

Vamos allá:

PREMIO ‘QUE TE DEN’: ‘¡Hu-JA! Ex-tasíííííí, ex-tanooooo, soy poligonero, te lo digo yoooooo’

A los conductores de los tres coches tuneaos amarillo chillón ( ¿Casualidad? Mmm….No lo creo), al del Seat León y al del deportivo tipo-coche-fantástico por hacernos ser mejores conductores: sin sus desvarios al volante igual nos relajábamos demasiado.Además hay que ser comprensivo…Seguro que circulaban a 170 km/hora porque llegaban tarde al psicólogo.

Por cierto, ¿dónde está la guardia civil cuando se la necesita?

PREMIO ‘QUE TE DEN’: ‘Por mis buevos que te adelanto, vaya si te adelanto’

Al conductor de la hormigonera gigante (capaz de hormigonar todo el parking del Raqueful de una tacada) que convirtió en su leit-motiv, en el objetivo ineludible a cumplir ese día, en definitiva, en su razón de ser,la consecución del siguiente objetivo: adelantar a un congénere de iguales o superiores dimensiones a toda costa, y a la sazón reacio a dejarse adelantar (vaya una mención especial de nuestro rumboso dedo también para él). Ambos monstruos decidieron ponerse a jugar a ‘a ver quien es más macho’ en plena autovía, cuesta arriba y a menos de 70 km/hora. Con dos c*j*nes. El resultado: frenazos, tensión y humillación (si jugamos, jugamos todos) porque si en esas circunstancias has podido ponerte en el carril de la izquierda, al menos avanzas, pero si te quedas detrás del que está siendo adelantado, estás perdido. Todos se colocan a la izquierda impidiendo que puedas adelantar por espacio de 20 minutos. Te has convertido en el pelele de la autovía, pisando huevos tras el camión vencido, a 50 por hora con tu intermitente puesto, suplicando que te dejen adelantar, mientras los demás te dicen con la mirada lo que tú ya intuías: ERES UN PERDEDOR.

PREMIO ‘QUE TE DEN’: ‘En comparación, la pata del gallinero está limpia como una patena’

En un lugar de cuyo nombre no quiero acordarme existía una estación de servicio llamada «La Petra». En dicha estación, además de roña a raudales se encuentran los baños más infectos que este humilde cronista haya visto jamás. Deposiciones monstruosas, casi radiactivas diría yo, salpicaban aquí y allá. Las papeleras vomitaban montañas de papel antaño higiénico, hogaño mancillado y abandonado a su suerte. Los espejos convertían en vampiro a quien se pusiera delante, impotentes por no poder ofrecer un mísero reflejo bajo tantas y tantas capas de m*i**da fósil. De hecho, si decías en alto ‘¡Limpiacristales!’ y te acercabas lo suficiente, podías oirlos crujir de dolor: Creck, creck… Pobrecillos.

Mi padre, con el buen criterio que dan los años y su extensa experiencia como conductor siempre ha dicho que si en un restaurante de carretera hay mucho camión y los baños están limpios puedes comer con tranquilidad. Como este no era el caso, nos comimos un bocadillo en el parking (de chorizo, claro).

PREMIO ‘QUE TE DEN’: ‘Yo te timo y tú vives a 400 km así que no vas volver a reclamar’

En «la Petra» compré una lata de caramelos por la que me pimplaron nada menos que 2,90 euros ( ¡483 pts!). Me la compro porque soy un ansioso y necesito ir rumiando mientras conduzco. Si, soy de esa clase de gente que mastica los caramelos. A lo que iba: abro la caja de los caramelos marca «El pato de la Petra» marca blanca de «a la Petra la conocen en su casa» y compruebo empíricamente que hay cinco colores, por lo tanto cinco sabores:

-Verde: A Fairy

-Naranja: a Mistol

-Azul: a Ajax Pino

-Rojo: a Ambipur

-Morado: a Pato WC

No me preguntéis cómo asocio los sabores de los caramelos a estos productos químicos, pero así es. Y eso que en la caja ponía que llevaban fruta…Mmmmm, pensándolo bien, también dicen que en la fanta hay zumo de naranja.

El profesor William Fruusconstin, alias ‘el loco’, del departamento de I+D de ‘La Petra’, preparando los nuevos caramelos con sabor a ‘Ten con bioalcohol’ que, a buen seguro, harán furor en todas las gasolineras de la autovia del mediterraneo la próxima temporada.

PREMIO ‘QUE TE DEN’: ‘Murphy, ese gran hombre’

Al peaje de la autopista por demostranos una vez mas que la Ley de Murphy sigue más vigente que nunca. Varios coches nos cambiamos de carril al ver que el peaje en el que hacíamos cola estaba averiado. En cuanto nos cambiamos se arregló el problema en el carril abandonado y se estropeó el nuevo: 15 minutos parados. JIJOJIJAJO.

PEPE CHENG: Pst!…Pst!…Paco…¿y si nos cambiamos cola? Es que esto no avanza…

PACO CHAN: Hombre, Pepe…Qué son 2000 años más o 2000 años menos. Además la otra cola no va muy rápido que digamos…

PEPE CHENG: Que cajeras más lentas: las gallinas con las que íbamos a pagar murieron hace milenios.

PACO CHANG: Es por que es la caja rápida y ahí ponen a las nuevas. Aquí ya hay gente que ha perdido la cabeza pero yo ni aún así abandono la cola, que luego nos pasa como al viejoven ese del blog de los 40 son los nuevos 30.

Por lo demás, el viaje ha resultado bastante apacible: buen tiempo, buena compañía y buena música… Y oye…ÑIAM…ehtosh caramelosh… SHHHHURPPP… pues no eshtan mal… CRUNCH…CRUNCH…De hecho…. ¡GLUP!… el de FAIRY, está delicioso.

(Hum… ¿disolverá la grasa?)