Querido diario: ¿te acuerdas del ridículo que hice cuando fui a comprar manzanas ‘de las que crujen’? Pues hoy… He vuelto al mercado.

Querido Diario:

¿Te acuerdas del ridículo que hice cuando fui a comprar manzanas ‘de las que crujen’? 

Pues por lo visto, no tuve bastante, porque hoy… He vuelto al mercado.

He ido directo al puesto de verduras y he pedido la vez. Las señoras que había diseminadas por la parada sin orden ni concierto se han girado y mirado extrañadas…Como si en lugar de un atractivo joven con el pelo entrecano y una interesante barba ejerciendo de amo de casa, hubiera aterrizado ante sus ojos un extraterrestre baboso supurando pus: ¿pedir la vez con lo divertido que es colarse las unas a las otras?

Como yo insisto en pedir la vez, una señora me dice, literalmente:

-La última es mi hermana QUE NO ESTÁ, pero va detrás de mí. Yo me voy a por tomates allí- al quinto pino-, pero a mi hermana le tengo guardada la vez. Si viene, va ella.

Y se da media vuelta, y desaparece por un pasillo dando saltitos.

En resumen: no sé detrás de quién voy. El puesto es alargado y no paran de llegar marujas que se cuelan por todos los rincones.

Sudores fríos me invaden.

Delante de mí se coloca una señora/asesora que viene con su hijo/aprendiz al lado. Me recuerda a mí mismo, la semana pasada. Se han colado por la tangente y se han colocado justo delante de mí sin ningún tipo de rubor.
En ese momento, una señora, que está en el puesto de al lado se gira, me mira fijamente, y me dice:

-Aquí, si no espabilas, se te van a a colar todos.

Un escalofrío recorre mi espina dorsal. Joer, ha sido como en una película de terror cuando el que está más loco mira fijamente al protagonista y le suelta algo muy lúcido y muy terrorífico (¿Habéis visto ‘Los sin nombre’?). Envalentonado me dirijo a la señora/delincuente y le digo:

YO: Disculpe señora… ¿Ustéd es la hermana de la señora que tenía que venir?

ELLA: (sin dudarlo ni un instante) SÍ

En ese momento me doy cuenta de que el hijo mira hacia otro lado, avergonzado de los métodos rastreros que emplea la otrora santa mujer que le dio la vida. Eso acaba de decidirme: NO ME FIO.

Gracias a los dioses la señora que se fue a por tomates (por lo que ha tardado, ha debido ir a comprarlos a Murcia) aparece como por arte de magia y entonces yo, como si fuera el abogado fiscal hablándole al testigo principal del caso, en una película de juicios, le digo:

YO: ¡SEÑORA!…¿ES ESTA ES SU HERMANA?

SEÑORA DE LOS TOMATES: No, mi hermana está allí comprando aceitunas.

Entonces, dirigiendome con mucha rabia, pero muy digno, a la señora, le digo:

‘¡Ajá! Pues entonces, voy yo’.

¡JAJAJAJA! ¡Prueba superada! He ganado mi primera batalla en el mercado. De todos modos, algo me dice que no será la última. Porque ya domino el mundo de la hortaliza, sí, pero aún tengo que pasar la más dura de las pruebas… Tengo que comprarme unas cangrejeras para ir a la playa, así que la semana que viene voy al nucleo duro del mercadillo…

La semana que viene voy…¡A la zona de zapatería y textil!

15 comentarios

  1. chus · marzo 17, 2015

    ¿Y has pasado ya la prueba de la cola de la caja en la que se cuelan con el pretexto de «es que solo llevó esto y tengo prisa», o la de subirte a un autobús y que las señoras y señoras se te cuelen por miedo a que se vaya sin ellos?

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    • Tavilac · marzo 17, 2015

      ¡Buf ya lo creo, Chus! Y acaban de ser las fiestas patronales de mi ciudad y me ha tocado también lidiar con otra subcategoría de marujas, (y cada vez más marujos): las señoras que con la excusa de que el nene vea el desfile se te plantan delante con toda la pachorra del mundo 😀

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  2. chus · marzo 17, 2015

    😀

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  3. Gi · marzo 22, 2015

    Buenas tardes,
    un pequeño reconocimiento en mi blog.
    A mí me da igual si se sigue o no la «cadena de premios». Solo me interesa difundir los buenos contenidos. Un saludo y feliz domingo 🙂
    https://tagirrelatos.wordpress.com/2015/03/22/un-par-de-cosas/

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    • Tavilac · marzo 23, 2015

      Muchísimas gracias Gi, muy honrado de que me creas merecedor de este premio!!. Y sobre todo de hacerte reír con mis escritos que es lo que más me alegra de todo! Un saludo y gracias de nuevo! 😉

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  4. herreiere · junio 25, 2015

    No hay merito hasta que compras calzado en una bodega de catálogos.
    Las zapaterías son sencillas: Vas esperas tu turno y te atienden.
    Las bodegas de catálogos son lugares horribles donde las señoras que se dedican a vender zapatos por catálogo a sus amigas, familiares y vecinas compiten por abastecerse de calzado barato en una bodega de 4000 m² sin ventanas donde con una violencia digna de Wall Street cada una procura ser atendida primero.

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  5. Las tejas rojas · junio 25, 2015

    Como buena madrugona, te estaré esperando en el mercado, veremos de que eres capaz…..tiro el rulo del pelo al suelo, te desafío a un duelo…..
    Muy buena entrada, muy divertida….jajaja pero no nos pongas tan mal, que no somos tan malas

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  6. entreobleasyaloloco · abril 8, 2016

    jajajaa… qué bueno!! Anécdotas de este tipo tengo un montón, para aburrir… Las señoras de cierta edad en los mercados, médicos y colas de supermercados son lo peor. Un par de ejemplos son las típicas que dicen que solo llevan una cosa y tienen prisa cuando seguramente son jubiladas y no tienen nada que hacer y las que se sacan de debajo de la manga una dolencia, les duele la pierna, rodilla, cadera, etc y luego las ves cargadas con garrafas de agua y un carro hasta arriba de compra que lo cargan hasta su casa a varias manzanas… en fin… Saludos!

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  7. torpeyvago · octubre 31, 2016

    Pero ¡¿cómo se te ocurre, alma cándida?!
    Yo tengo esperanzas en el advenimiento del internete ese y los perecederos. ¡La de disgustos que me voy a quitar de encima!

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  8. Johan Cladheart · octubre 31, 2016

    ¡Jefe! ¿Cómo haces para republicar la misma entrada sin rebloguear? ¡Gracias!

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    • Tavilac · noviembre 7, 2016

      Hola Johan! Cuando pinchas la pestaña «Actualizar» te sale por defecto la fecha inicial de publicación, pero puedes seleccionar una nueva, moviéndote por el calendario, y en el nuevo mes, día y hora que indiques se volverá a republicar la entrada. Ya me dices si te funciona. ¡Un saludo! 😉

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  9. evatruth · febrero 6, 2017

    Enamorada de tu historia me hallo.
    Yo viví una parecida el otro día en la cola de un supermercado, para pagar. Todo empezó con el tipico momento en el que abren otra caja y gritan «por orden por esta caja, por favor». La señora que iba delante de mi, como iba primero, se movió para la caja nueva, la deje pasar, pero yo decidí quedarme en la que ya estaba porque solo tenia a una persona y «media» delante. Total, que su cola nueva no avanza y a mi solo me queda esperar a que el señor de delante pase sus cuatro cosas… en esto vuelve la señora con su barra de pan en brazos, viendo que ella esta atascada y que su EX-COLA sí se mueve y si se hubiese quedado ya habría pagado y estaría camino a casa y me dice ….
    – AY NO NO NO NO. AHÍ ESTABA YO, IBA YO PRIMERO.

    Yo me quedé aplatanada insitu y el señor mayor de delante me mira, yo le miro, el me mira, yo le miro y finalmente dice, – ni de coña…. vaya morro la señora. Total que miro a la señora, y me dice… ME DEJAS PASAR DE UNA VEZ? y yo le dije, NO! usted se fué a otra caja!!!!!! (GANÉ pese a esa sensación de confusión absoluta).

    Total, que coge la señora y se vuelve a colar en la otra cola, exactamente en el sitio en el que estaba, solo que ahora había cinco o seis personas mas en la cola y…. ahí habrá empezado otra absurda historia para otros!.

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  10. Reflexionando en voz alta · May 21, 2017

    Y, ahora que los colegios están a punto de acabar, cuando los críos se plantan con sus boletos de «fin de curso» y te miran con esa cara lastimera que parece decir:
    » Cómpreme uno señor, que si llego a casa con el talonario lleno, baja mi madre a venderlos por mi a las dependientas y cajeras y luego me muero de vergüenza cada día «, y, si picas (añoranza de lo acomplejados que fuimos), a la salida del súper te persiguen todos los niños del barrio hasta tu portería (donde parece que te miran con «esa otra cara» que irremediablemente defines como: » Ya saldrás, ya «

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  11. reflexionesdenatali · May 23, 2017

    Hola,
    Me ha ha encantado! El MERCADO es UNA JUNGLA!!! (me remito a mi último relato 🙂 que sin ser mercado, también te quedas perplejo), Mucho ánimo cuando te decidas a abarcar otras secciones!!!
    Si me lo permites, como ha sido una sorpresa tan grata, aquí tienes otra Seguidora! 😉
    Saludos y Buena Semana!

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