¿Has cumplido 40 y no tienes un chavo para comprarte el descapotable rojo? Pasa al plan B: hazte un tatuaje molón.

Siempre pensé que con 40 años tendría el dinero suficiente para comprarme el consabido descapotable rojo, ese cochazo que espantaría los pájaros anunciadores de la vejez y con el que me consolaría una vez que la peregrinación de pelo de la cabeza hacia las orejas, hombros, espalda y dedos de los pies, hubiera comenzado.

Ese bólido aerodinámico que le demostraría a todos que sigo siendo joven, rebelde y rico, un Christian Grey maduro, de esos que a algunas os gustan tanto -sobre el papel, porque luego en el mundo real, el Grey de marras no tiene pinta de ser de los que quieran ir al Carreful los sábados por la tarde a comprar pinzas, chopped pork y una correa para la persiana, ‘que se ha roto y a ver si va a haber que llamar a un persianero, que de estas cosas, de toda la vida de Dios se ha encargado el hombre de la casa ‘, ni de ir al mercado del lunes con el encargo de comprar manzanas reineta ‘ni maduras, ni verdes, sino todo lo contrario ‘. Y eso, amigas que leéis este desvarío, os frustra mucho, y lo sabéis, por mucha pericia que tenga el zagal después con las esposas y el látigo de siete colas-.

Pero no, lo del descapotable tendrá que esperar a un momento más propicio (¿a otra vida?), porque he llegado a los 40 y no tengo un chavo. Así que me he visto obligado a ir directamente al puesto número dos de la lista de estereotipos a cumplir que te dan al llegar a esa edad en la que ya no te puedes mojar la barriga con garantías, esto es: tatuaje molón que le demuestre al mundo que no soy un yayo, sino un malote que perfectamente podría ser tronista de mujeres y hombres y Bíceps-Berzas.

El tatuaje se llama: ‘alergia a los ácaros del polvo’.

En honor a la verdad, debo decir que yo tenía en mente hacerme un motivo tribal en mi musculado hombro, pero como va pasando el tiempo y los músculos no parecen querer crecer, ni en mis hombros ni en ninguna otra parte de mi anatomía (la grasa es mucho menos exigente y no le hace ascos a nada) y como además los tatuajes son para siempre, con lo que eso implica para un indeciso patológico (me conozco y sé que soy capaz de aborrecer el tatuaje escogido, justo después de finalizado, y preferir el descartado)… Pues al final, ya me veía que tampoco iba a cumplir con este punto.

Pero, hete aquí que mi cuerpo, sabio y macarra, se ha rebelado y al final he tenido mi tatuaje-escarificación molón gracias a unos constantes ataques de estornudos, conjuntivitis y congestión bastante molestos que han comenzado a producirse día sí y día también precisamente al cumplir los 40, qué casualidad. La obra de arte ha sido ejecutada por una enfermera con mucho ídem para clavar agujitas en mi brazo a un ritmo y precisión fruto de años de experiencia. Le dije que si, además de numeritos me podía pintar un gato Gumball, o un perro Jake,  pero le empezó a temblar un ojo y preferí dejarlo correr.

Un tatuaje efímero, sí, pero bueno,  el que no se consuela es porque no quiere…

11 comentarios

  1. Cabo Leeuwin · marzo 3, 2015

    Pero te ha dado negativo !!!

    🙂

    Le gusta a 1 persona

  2. Tavilac · marzo 3, 2015

    Buuuuf. Ojalá! En la foto no se ve muy bien, pero el rodalito rojo con el número 1 es determinante: soy alérgico a los ácaros del polvo. Ya ves, a estas alturas. Me hace sentir joven de un modo extraño y absurdo. 😀

    Le gusta a 1 persona

  3. Francis Underwood · marzo 4, 2015

    Bienvenido al club, Depredador!
    No limpies la casa tan a fondo! Los ácaros son tus amigos.

    Le gusta a 2 personas

  4. Pingback: Tavilac | Ultimate Wanker Press
  5. Las tejas rojas · junio 19, 2015

    Que razón tienes, no hay cosa que más nos descoloque que unas manzanas reinetas ni verdes ni maduras, pero un Grey a las noches no estaría nada mal, no se puede tener un todo en uno? que durante el día compre la cinta de la persiana y la cambie (por supuesto) y por la noche se ponga látigo en mano? yo no lo veo tan imposible, aunque por más que busco no lo encuentro, se ve que ambas cosas están reñidas.
    El tatuaje es muy molón sobre todo porque en unas horas habrá desaparecido y sus secuelas te acompañarán de por vida y para acabar, como alternativa C te propongo comprarte la moto, que eso a las chicas nos gusta aunque el problema surge cuando os quitáis el casco (bueno en la mayoría, no digo que este sea tu caso)

    Le gusta a 1 persona

  6. Supereze · junio 19, 2015

    Malditos cuarenta… A esa edad corres serio peligro de que tu mujer te cambie por dos de 20. En fin: Tómatelo con filosofía amigo. Y cuidado con los descuidos. Y mas este verano. Un día se te sale un testículo del bañador leyendo el Marca y ya eres un señor mayor

    Le gusta a 1 persona

  7. María Míguez · marzo 31, 2016

    Qué buen humor! Gracias por hacerme reír! 😁😁😁Saludos

    Le gusta a 1 persona

  8. lluismanuelg · marzo 31, 2016

    A mi me queda un año y ya con ganas de un nuevo tatoo 😜

    Le gusta a 1 persona

  9. xibeliuss · marzo 31, 2016

    Jjejejeje ¡Pues me gusta el tatu! Podría pensar en dejármelo permanente: no es un dibujo que puedas odiar al momento, no va a tener un deterioro comprometedor con la edad, te permite inventarte historias a montones para justificarlo… Que me lo voy a pensar. 😉
    Saludos

    Le gusta a 1 persona

  10. torpeyvago · octubre 27, 2016

    Nada, a mí me lo hicieron hace siglos. Salió positivo la alergia a las olivas y yo, en venganza, me harto de ellas encurtidas en el bar con un blancogás.

    Le gusta a 1 persona

  11. pauladegrei · octubre 27, 2016

    Lo positivo: No eres alérgico al clima. Creo que las alergias son inversamente proporcionales a las distancias de los polos, donde te tengas que mudar cerca de la línea del ecuador ya te digo…

    Le gusta a 1 persona

Deja un comentario