No creo que pueda pedirse mucho más para ser un lunes por la tarde, pensó Gregorio Samsánez, concejal de Urbanismo, mientras dormitaba en su despacho. Ese día había recibido varios sobres de esos que tanto le gustaban y, en unos minutos, jugaba al pádel con un expresidente del gobierno. No quería llegar tarde, así que intentó abrir los ojos, pero no pudo. Tampoco logró moverse. Ni gritar.
Él no podía saber que, durante la siesta, se había transformado en un chorizo de cantimpalo. Ni que su mujer yacía sobre el sillín de la bici estática, convertida en chistorra. Ni –por fortuna- que su perro, Lex, estaba a punto de encontrarlos y devorarlos a ambos.
Me gusta tu sentido del humor. jaja
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¡Muchas gracias Aurora! Un placer conocerte, Y… nos leemos. 🙂
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Jajajaja Con los de chorizos que he hecho como se conviertan en políticos vamos listos. 😉
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