Mensaje para mi yo de 1981

Toni, ¿sabes las lentejas de mamá? Sí hombre, las que odias a muerte. Si cuando llegas a casa del cole y preguntas «¿qué hay de comer?», la respuesta es un escueto «comida» ya sabes que las legumbres se ciernen sobre ti, como oscuros nubarrones. Y, ojo, si no te las comes a mediodía, ya sabes lo que hay para cenar… Pues no te lo pierdas: las vas a añorar. Y de mayor, cuando los domingos después de comer con tus padres te lleves contigo los preciados tuppers con lentejas (tuppers son fiambreras, es que en el futuro nos gustan más los extranjerismos que a un tonto un lápiz) te los comerás con los ojos cerrados, que es como se disfrutan las cosas buenas de verdad, (y como se dan los besos de amor verdadero, apúntate esto como truco para saber cuándo llegará la mujer de tu vida. Que siiiiii. Que ahora sólo te interesa leer Mortadelos, ya lo sé, pero llegará el día en que esto será de lo más importante, te lo aseguro). Así que no, no pongas esa cara, te van a encantar las lentejas. Eso es exactamente lo que va a ocurrir.

PD: los coches, en 2017, siguen sin volar.
#MensajeParaElNiñoQueFui

6 comentarios

  1. Estrella RF · May 7, 2017

    Todos tenemos recuerdos en ese baúl llamado memoria, que sacamos a la luz de vez en cuando y nos resultan tan sabrosos como esas lentejas de tu madre…
    Un abrazo.

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  2. antoncaes · May 7, 2017

    El de las lentejas es la mayor lección que se podía aprender en aquella época, «si las quieres las comes y si no las dejas» y una leche, si quieres las comes y si no también, y si tiras el plato al suelo del suelo te las vas a comer, vaya que si te las comes y nunca dirás aquello de «Yo no quiero lentejas». 😉

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  3. Lorena · julio 25, 2017

    Qué razón tienes! Cómo se ven las lentejas cuando te has hecho mayor…😉😉😉

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  4. vitafelvita · julio 30, 2017

    Muy cierto, viví exactamente la misma historia con las lentejas . No hay como la comida de mamá

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  5. torpeyvago · May 8, 2018

    Debí ser muy raro de pequeño: me encantaban las lentejas.
    Y me siguen gustando, ¡releñes! Y mucho. Pero el «mojete» no lo soportaba. Y hoy tampoco. Siempre he sido consecuente con mis gustos.

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  6. María Rivero Sánchez · May 8, 2018

    Ains las lentejas de mi madre… La de ascos que le hice solo es comparable a la cantidad de veces que las añoro ahora. Es lo primero que le pido cada vez que voy de visita.

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